El pueblo de Mojácar, Almería.
Al salir del hotel, solo tiene que coger una dirección inequívoca, Mojácar pueblo o casco antiguo, uno de los lugares más bonitos y peculiares de la península, le espera.
Pueden elegir entre dos itinerarios diferentes, o bien hacerlo todo a la misma vez.
Subir paseando por la acera, y disfrutar de sus espectaculares vistas hacia el mar Mediterráneo, La vega de naranjos en Las Huertas de Abajo, La Al-cudia, La Era del Lugar al pie de Mojácar La Vieja, Sierra Cabrera, y el valle del rio Aguas y el precioso campo de olivos de El Faz, o recientemente llamado valle de Las Pirámides, y ya en la plaza podrá ver todas las aldeas que rodean Mojácar, Cuartillas, Al-paratas, Al-cantarilla, Micar, y pueblos de alrededor, (Turre, Los Gallardos, Bédar, Garrucha, Vera e incluso Águilas.
O bien ir por La Fuente Mora, beber agua fresca, leer la placa en la que se recuerda como el Capitán Garcilaso de la Vega es enviado por los Reyes Católicos a pedirle al Al-caide musulmán que entregue la ciudad. Subir por la Calle Cuesta de La Fuente, disfrutar de sus preciosos rincones y pasar por la puerta de la Almedína, como reza su inscripción árabe, puerta de acceso a la ciudad, al lado Del Torreón, casa de pago de impuestos, y donde posteriormente nació el célebre mojaquero Wall Disney.
Se descansa a la sombra del árbol milenario que hay en la plaza del Ayuntamiento y desde ahí se accede a la plaza del Parterre, antigua Necrópolis Árabe, actualmente porticada y donde se encontraron restos orientados hacia La Meca, para disfrutar del precioso rincón de flores que ha creado “Mariquita” junto a La Iglesia. Seguidamente ir por la calle Enmedio hasta el Mirador del Castillo y después de quedarse perplejo con las vistas, bajar a la Plaza Nueva y reponerse en alguno de los muchos bares de tapas que hay por todo el pueblo, y claro está, imprescindible tomar unos mojitos por la plaza del Frontón.